Durante las últimas décadas el turismo ha experimentado un continuo crecimiento y una profunda diversificación hasta convertirse en uno de los sectores económicos más importantes situándose como pieza clave de la economía mundial.

Además del impacto directo sobre la economía, el sector turístico tiene una incidencia directa en otras actividades donde destacan el transporte de personas, el aprovisionamiento de alimentos y bebidas, las actividades culturales y deportivas, alquileres y otros servicios auxiliares ligados directamente a la actividad turística.

España es uno de los destinos turísticos más visitados del mundo, lo que se traduce en ingresos significativos. En 2019, por ejemplo, casi 84 millones de turistas internacionales visitaron España, generando un gasto total de aproximadamente 80 mil millones de dólares. El turismo es uno de los principales motores económicos de España, aportando alrededor del 12% del Producto Interno Bruto (PIB).

Debido al gran número de turistas que vistan nuestro país, además de las evidentes ventajas que genera esta actividad, se producen una serie de impactos sobre el territorio donde el agua destaca como principal afectada.

El turismo tiene un impacto significativo en el consumo de agua en España, especialmente en aquellas zonas en las que se registra una marcada estacionalidad como las zonas de costa y las islas en las que se registran periodos de alta demanda lo que puede exacerbar el estrés hídrico en estas zonas.

El consumo de agua es mucho mayor en las zonas turísticas: por ejemplo, mientras que un ciudadano medio consume alrededor de 127 litros al día, el gasto por turista puede oscilar entre 450 y 800 litros diarios, dependiendo de la estación y la zona.

El agua es un recurso esencial para la vida y al mismo tiempo, es clave también para la propia actividad del sector turístico. Ante un escenario cada vez más incierto, acelerado por el cambio climático, el sector turístico ya está tomando medidas para mejorar la eficiencia y ahorrar agua.

Las instalaciones hoteleras requieren de importantes cantidades de agua para su funcionamiento. En términos económicos, según datos del sector, se calcula que el consumo de agua representa aproximadamente el 10% de los gastos fijos de un hotel.

Por ello es fundamental identificar medidas de ahorro de agua en los hoteles. El primer paso es poder contabilizar el agua consumida e implementar un plan de gestión eficiente del agua o plan hídrico. La medición inicial del consumo de agua será el punto de partida. Sin duda, la primera medida es la instalación de contadores si no los hubiera y efectuar las correspondientes lecturas con regularidad. Solo con datos fiables podremos adoptar medidas efectivas de ahorro.

Son muchas las áreas en las que los hoteles pueden ahorrar en el consumo de agua. Destacan las habitaciones como principales consumidoras de agua, las cocinas, las instalaciones de ocio, en especial el área de la piscina, y las zonas comunes, sobre todo los jardines. Lo ideal es sectorizar la instalación para evaluar los consumos de manera más precisa, aunque no siempre es posible debido a la falta de contadores individuales.

Para fomentar el ahorro de agua en un hotel, se pueden aplicar varias medidas eficientes. Algunas recomendaciones basadas en las mejores prácticas del sector son:

  • Establecer un plan de gestión eficiente del agua o plan hídrico. Es crucial tener objetivos claros y medibles para el ahorro de agua y realizar un seguimiento de los resultados.
  • Instalar grifos, duchas y cisternas eficientes. Utilizar tecnología de bajo flujo o con reguladores de caudal que permitan ahorrar agua sin comprometer la calidad del servicio.
  • Revisar y reparar fugas. Realizar un seguimiento regular de las instalaciones para detectar y reparar cualquier fuga de agua a tiempo. Podemos estar perdiendo cantidades de agua importantes sin saberlo, por eso es importante contabilizar el consumo de agua para detectar datos anómalos que nos hagan sospechar que algo no funciona correctamente.
  • Utilizar sistemas de recirculación de agua. Por ejemplo, se puede aprovechar el agua residual generada por las duchas y lavabos en el calentamiento del agua nueva. También existen en el mercado soluciones más complejas que pueden resultar interesantes según el tipo de instalación.
  • Formar a los trabajadores. Educar al personal sobre la importancia del ahorro de agua y cómo contribuir a él. Debemos de comunicar y hacerles partícipes del plan de ahorro. Si simplemente imponemos unas normas los resultados serán menores.
  • Concienciar a los clientes. Informar y sensibilizar a los huéspedes sobre la importancia de utilizar el agua de manera consciente. El consumo de agua disminuirá gracias a duchas más cortas y una menor frecuencia en el cambio de toallas y sábanas.

El ahorro de agua en las instalaciones hoteleras ofrece múltiples ventajas, tanto económicas como ambientales. Algunas de las más destacadas:

  • Reducción de costes operativos. El agua representa una parte significativa del presupuesto de un hotel. Al reducir el consumo, se disminuyen los gastos fijos, lo que puede traducirse en un ahorro de hasta el 10%.
  • Mejora en la eficiencia de las instalaciones. Un menor uso de agua puede aumentar la vida útil de las instalaciones y conducciones de agua y disminuir la frecuencia de mantenimiento y reparaciones necesarias.
  • Beneficios ambientales. Al usar menos agua, los hoteles contribuyen a la conservación de este recurso vital, especialmente en zonas donde es escaso.
  • Satisfacción del cliente. Los huéspedes valoran cada vez más las prácticas sostenibles por lo que un hotel que demuestra compromiso con el medio ambiente puede mejorar su imagen y atraer a un público consciente y sensible al cuidado del agua.
  • Cumplimiento normativo. En muchas regiones, existen regulaciones que exigen a los hoteles implementar medidas de ahorro de agua. Cumplir con estas normativas no solo evita sanciones, sino que también refuerza la responsabilidad social corporativa.

Estas ventajas demuestran que el ahorro de agua en las instalaciones hoteleras no solo es beneficioso para el planeta, sino que también es una decisión inteligente desde el punto de vista empresarial.

Lo que puede parecer a simple vista un gasto extra para el hotel en realidad es una ventaja competitiva. Apostar por la innovación y el ahorro de agua permite ofrecer a los viajeros la opción de elegir un establecimiento responsable en el uso del agua.

Aquellos hoteles que se anticipen y adapten a los escenarios futuros de mayor escasez de agua serán más resilientes y competitivos.

La clave para lograr una gestión integral y eficiente del agua en los hoteles está en la combinación de tecnologías más eficientes, un mantenimiento adecuado y concienciación de los usuarios y trabajadores.